una tarde mundial

Adriana, Julia, María y las dos Albas van tres o cuatro veces por semana a clase de gimnasia. Hacen giros, rotaciones y equilibrios que a otros les parecen imposibles. Son pequeñas gimnastas, de la Escuela Municipal. Pero, en los últimos días, las seis niñas andan con otra cosa. «De aquí coges tú y de aquí, yo». Porque ellas serán las encargadas de llevar hasta el mástil el símbolo que convierte a la ciudad en sede del Mundial de Vela. El que viajó desde Perth, en el otro extremo del mundo, hasta Cantabria. La izarán dos hombres de mar. Jan Abascal y Toño Gorostegui, veteranos del éxito. O sea, que la bandera hará un viaje simbólico y generacional antes de lucir en lo alto del Parque de Las Llamas. Y, justo en ese momento de la ceremonia inaugural, Santander ya será sede en todos los sentidos. Aunque falten aún discursos, cañonazos, piruetas aéreas… Hasta las regatas. Porque eso, la batalla en el mar, empezará mañana.

Recomiendan llegar pronto y, mejor, en autobús. Para evitar aglomeraciones y coger buen sitio. O para probar las rabas. Porque a las seis está previsto el reparto de 2.500 raciones junto a la explanada norte pegada al Palacio de Deportes (la que uno se encuentra de frente si viene andando desde el túnel de Tetuán). Un aperitivo. La gala, como tal, empieza a las siete. El periodista Jesús Álvarez dará la bienvenida antes del desfile. Abre Argelia –Algeria, en inglés, es la primera– y cierra España. Es lo que tiene ser anfitrión. Junto a cada delegación, un alumno de las escuelas de vela con el nombre del país en un cartel y un abanderado. Como en los Juegos Olímpicos. Uno a uno. Los deportistas se irán colocando en esa grada descendente que hay en el parque frente a la zona de la bandera. Ese será el ‘epicentro’ de los actos, el auditorio. Allí estará la grada especial para las autoridades y hasta ese punto llegará la recreación del velero Hispania que Alfonso XIII utilizaba para sus regatas en Santander. Pasacalles y actuación apelando a la historia.

Y ahí, cuando acaben su interpretación, aparecerán ellas. Las seis crías con la bandera. Para inaugurar el tramo ‘oficial’ de la gala. Porque con el ‘trapo’ en alto –en Cantabria, con tradición remera, no es despectivo llamarle así–, llegarán los discursos de las autoridades y los protocolos deportivos en forma de juramentos. Del de los deportistas se encargará Berta Betanzos. Otra cántabra con éxitos de salitre que busca reinar en casa. Lealtad y juego limpio en la batalla que mañana arrancará en el agua.

Y hasta banda sonora. Porque este Mundial la tiene. Sonará esta tarde a través de la habilidad y la voz de casi cuatrocientas personas. Los componentes de la Banda Municipal de Música, los alumnos del Conservatorio Ataulfo Argenta, los integrantes de corales de toda la región… Todos juntos darán forma al himno.

Cañonazo y ‘Águilas’

Más de uno, por entonces, ya se habrá fijado en un artilugio de 48 libras y tres toneladas de peso fabricado en el siglo XVIII por la Real Fábrica de Artillería de La Cavada. Otro guiño a la historia naval de la región. Un artificiero vestido de época lo hará sonar con una salva de cañón. Con precauciones, porque se ha habilitado un área de seguridad –coincidente en casi todo su espacio con el estanque que hay en el parque de Las Llamas–.

El público, de hecho, ocupará las zonas que estarán indicadas en los carteles informativos que se colocarán en el recinto, según anunció el Ayuntamiento. Rodeando el auditorio –zona reservada– y dejando libre el camino central que viene desde el Palacio de Deportes (además de las zonas marcadas por la Policía por seguridad). Desde ahí seguirán otro de los momentos más llamativos de la ceremonia.

Tras la interpretación del Himno Nacional, el cielo se llenará de acrobacias. «La Patrulla Águila es la patrulla acrobática del Ejército del Aire y tiene la importante misión de representar a España y al Ejército del Aire en todos aquellos eventos donde se requiere su presencia, mostrando con orgullo los colores de la bandera nacional». Es su tarjeta de visita (el texto está sacado de su página en internet). Darán tres pasadas en Santander. Primero, coordinados. Todos juntos. Después, por grupos. Y, por último, unidos de nuevo para pintar el cielo de rojo, amarillo y rojo. Marca de la casa.

Concierto

La tarde, que empezó con rabas y juegos infantiles, se cerrará con música. Para completar el ambiente festivo que se quiere dar a la cita y para complementar las actividades culturales que a diario se celebran en el escenario de la Escuela de Náutica o en los Jardines de Pereda.

En torno a las ocho y diez –si el desarrollo de la gala cumple sus tiempos– está previsto que se inicie el concierto de la ‘Big Band Aurora & The Betrayers’. Dicen los expertos que Aurora García tiene una de esas voces de color negro que resultan imprescindibles. En este nuevo proyecto firma claras influencias de rhythm and blues, soul, funk e, incluso, pop. Un buen broche antes de irse a dormir. Porque será bueno descansar, coger fuerzas. Sobre todo ellos, la legión de deportistas de medio mundo que han invadido Gamazo. Mañana les toca empezar a volar sobre el agua para llegar antes que nadie. A la meta, al podio, a los Juegos de Río…